Ponen foco en los riesgos de aplicar la dolarización en Argentina. La pérdida de política monetaria, la poca claridad en su instrumentación y la escasa evidencia del experimento en otros países son los principales argumentos en contra de la propuesta.
A días de la última instancia electoral, empresarios de distintas ramas y envergadura ratifican la negativa a la dolarización propuesta por Javier Milei. El candidato de La Libertad Avanza ejercitó horas atrás un discurso moderado frente al Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), pero referentes de pequeñas y grandes empresas marcan su preocupación por el entramado industrial en caso de dolarizar Argentina.
En la última semana antes del balotaje se lo ve a Milei volviendo a foja cero. Durante el debate realizado el domingo, frente al candidato oficialista, Sergio Massa, volvió sobre su idea central de la siguiente forma: “Vamos a dolarizar, eliminar el Banco Central y sacar el cáncer de la inflación».
A su vez, el ideólogo del plan que defiende Milei, Emilio Ocampo, estuvo el martes en el foro Marval Legal Forecast 2024, evento en el que marcó que la propuesta de dolarización «es la que ofrece mejores chances de éxito» al sostener que «hemos probado casi todo y no ha funcionado”. A propósito del tema, aprovechó para fustigar al Banco Central (BCRA), una pieza central en el proceso. “Hay que eliminar esa capacidad del poder político de poder desvalorizar la moneda», concluyó en referencia al organismo.
Sin embargo, la propuesta que impulsó la popularidad de Milei es la que mayor preocupación genera en el empresariado. Por la hiperinflación como consecuencia inherente y por la apertura de importaciones expuesta en su plataforma electoral. Pero también por las condiciones actuales en las que se busca dolarizar, las complejidades económicas que mantiene el país, a diferencia de los dolarizados Ecuador y El Salvador, y la pérdida de independencia monetaria frente a cualquier adversidad.
Natalio Mario Grinman es presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y forma parte del “Grupo de los 6”, bloque empresarial conformado por Gustavo Weiss, de la Cámara Argentina de la Construcción; Nicolás Pino, de la Sociedad Rural Argentina; Javier Bolzico, de la Asociación de Bancos Argentinos; Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, y Daniel Funes de Rioja, de la Unión Industrial Argentina.
En diálogo con Ámbito, Grinman sostuvo: «Es indiscutible que los argentinos no confiamos en nuestra moneda y por esa razón atesoramos en otras divisas, en dólares principalmente. La Argentina necesita un programa contundente y creíble que, de llevarse adelante, la dolarización no sería necesaria”. En cambio, propone un sistema bimonetario, donde cada persona pueda transaccionar dólares legalmente. “Y dejar que cada uno utilice la moneda que quiera usar”, analiza.
Por su parte, otro de los integrantes del G6 admitió en diálogo con este medio que la propuesta de dolarización “será muy mala para el país”, por lo qué, en off, se muestra “totalmente en desacuerdo”, aunque públicamente ha respondido con mayor benevolencia. En cambio, Funes de Rioja sostuvo a la salida del Cicyp que Nicolás Posse y Diana Mondino, integrantes de LLA, le aseguraron que “todos podrán hacer contratos en pesos, reales y dólares”. Aunque haya relativizado la propuesta, en julio aseguró que los países necesitan de una moneda.
Tras su creación en 2014, el Foro de Convergencia Empresarial retomó las “bases para la formulación de políticas de Estado” y las compartió tanto con Sergio Massa como con Javier Milei. En el documento resumen objetivos económicos como “tener una baja tasa de inflación similar a la de la gran mayoría de los países”, “previsibilidad, estabilidad y formalidad de las reglas de juego”, “promoción de la inversión privada” y “garantizar los procesos de formación de precios evitando intervenciones distorsivas.”
Miguel Blanco, coordinador del Foro, sostiene que la dolarización no entra en las propuestas para impulsar la economía. “No me ha quedado claro como funcionaría, por ejemplo, el fideicomiso de títulos públicos que se menciona y como eso afectaría a la cotización de la deuda pública. Tampoco hay dólares suficientes para cambiarlos por los pesos en el mercado, salvo a un tipo de cambio muy elevado. Y la economía argentina y su entramado productivo es mucho más complejo que la de los países que han dolarizado sus economías, que son muy pocos en el mundo”, analiza el empresario, a título personal.
Por último, y no menos importante, las pymes expresan especial preocupación por la dolarización en el país. Julián Moreno, presidente de APYME, advierte que la propuesta implicará “ceder la soberanía y depender de las políticas monetarias de EEUU, que sube o baja la tasa de interés en función de su inflación, en función de su desempleo, con realidades totalmente diferentes a la de Argentina”.
(Fuente: Ámbito)