El tema formó parte de la reunión entre Luis Caputo y la secretaria del Tesoro norteamericano Janet Yellen y apareció en el documento final del G20. El Fondo reconoció que está en discusión técnica y podría tratarse en el directorio en octubre.
Un reclamo iniciado por el Estado argentino ante el Fondo Monetario Internacional hace cuatro años (durante la gestión de Alberto Fernández) podría ser discutido de manera oficial por el directorio en un corto plazo e implicaría un ahorro de unos USD 1.000 millones anuales por sobretasas de interés. La cuestión apareció en el ida y vuelta con el FMI durante el mandato de Martín Guzmán como ministro de Economía y fue parte de la agenda el último viernes entre Luis Caputo y la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos Janet Yellen.
Las tasas de interés que el organismo aplica sobre los países que tienen créditos por encima de sus cuotas establecidas por el estatuto representan, para un grupo de países y académicos que presionaron en distintos foros internacionales en los últimos años, una carga adicional muy pesada que las naciones deudoras tienen que afrontar en el marco de crisis económicas o financieras con préstamos vigentes.
A grandes rasgos, hay dos tipos de tasas que influyen en el saldo pendiente con el FMI: uno de 200 puntos básicos (2% anual) porque el crédito tomado por la Argentina superó 187,5% del monto de la cuota que posee el país como miembro del organismo -fue incluso cercano a 1.200%-, y otro 1% anual por tener acceso a ese nivel de préstamo excepcional por un lapso mayor a 36 meses.
Las tasas de interés que el organismo aplica sobre los países que tienen créditos por encima de sus cuotas establecidas por el estatuto representan una carga adicional muy pesada que las naciones deudoras tienen que afrontar.
La acumulación de estos sobrecargos terminan por tener un peso específico considerable en la hoja de ruta financiera del acuerdo. Según los datos provistos por el Fondo Monetario, de esos casi USD 60.900 millones a devolver hasta 2032, unos USD 13.300 millones corresponden al ítem considerado “cargos” mientras que los sobrecargos representarán poco menos de USD 5.800 millones.
La portavoz del FMI Julie Kozack mencionó hace dos semanas que el tema está en discusión técnica y que podría pasar a debate en el directorio. La última vez que los sobrecargos de interés estuvieron en revisión fue en 2016.
“Actualmente se está llevando a cabo una revisión integral de los recargos del FMI, que forma parte del programa de trabajo de nuestro Directorio Ejecutivo para este ejercicio fiscal. La revisión tiene por objeto hacer varias cosas. Por ejemplo, se hará un balance de la experiencia con la aplicación de la política de recargos desde la última revisión, que se realizó en 2016″, dijo Kozack el 11 de julio.
“La revisión puede presentar opciones para posibles cambios a la política actual, teniendo en cuenta, como saben, las implicaciones para nuestros miembros prestatarios y también para el marco de gestión del riesgo crediticio del FMI. Se está trabajando en esa revisión integral de los recargos”, dijo Kozack.
Fuentes del organismo evitaron precisar cuándo podría tener lugar esa discusión en el board. Conocedores de la negociación estiman que podría suceder en octubre. El tema volvió a aparecer en la reunión que Luis Caputo mantuvo el viernes pasado en Río de Janeiro con Janet Yellen, la secretaria del Tesoro norteamericano en el marco de la cumbre de ministros del G20. La posición de la Casa Blanca será decisiva para la votación de un cambio de esa naturaleza.
La portavoz del FMI Julie Kozack mencionó hace dos semanas que el tema está en discusión técnica y que podría pasar a debate en el directorio. La última vez que los sobrecargos de interés estuvieron en revisión fue en 2016.
“Caputo hizo hincapié en la necesidad de continuar avanzando en las discusiones sobre la revisión de la política de sobrecargos en el Directorio del FMI y destacó la importancia de que se genere un alivio sobre la carga financiera de los países que se encuentran alcanzados por estos intereses adicionales”, aseguraron desde el Palacio de Hacienda.
La cuestión también fue tema de debate en la propia cumbre de ministros y banqueros centrales del G20 en Río. El documento final incluyó una mención a este tema: “Esperamos con interés la revisión de los cargos y recargos por parte del Directorio Ejecutivo del FMI y un resultado que pueda aliviar la carga financiera de los países prestatarios, preservando al mismo tiempo sus funciones de incentivo y salvaguardando la solidez financiera del Fondo”, plantearon.
En la Argentina, el impulsor principal de los cambios en los sobrecargos del Fondo fue el ex ministro de Economía Martín Guzmán, que buscó aliados entre otros países y en foros internacionales para presionar por una reducción en las sobretasas. Es un tema que incluso apareció formalmente en la negociación del Extended Fund Facility (EFF), el programa vigente entre el país y el organismo.
“Muy importante que Argentina siga sosteniendo el pedido para reducir los sobrecargos de interés que cobra el FMI, y que nuestro país paga producto de lo enorme que fue la deuda con el organismo que tomó el gobierno de Macri con Caputo como ministro de Finanzas. Estamos cerca de lograrlo. En ésta Luis Caputo sí está defendiendo los intereses de los argentinos”, posteó en X.
La agencia Bloomberg estimó que por las tasas de interés globales más altas, particularmente de la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo, significan que la tasa total en algunos préstamos del FMI ahora es superior al 8 por ciento, lo que implicaría el doble del nivel antes de la pandemia.
“Los sobrecargos son hoy una parte muy importante de los ingresos totales del FMI. En el 2024 el Fondo espera que sus operaciones de préstamos generen ingresos por aproximadamente 4.900 millones de dólares. De ese total, casi el 40% (1.900 millones) son sobrecargos y de ese monto aproximadamente el 75% lo paga la Argentina. En otras palabras, los sobrecargos son muy gravosos para nosotros. Pero además de gravosos, son injustos”, dijo a Infobae el ex director argentino ante el organismo Héctor Torres.
“Si bien nuestra economía está estancada, lo que pedimos (primero fue Guzmán y ahora es Caputo) es de una justicia elemental. Suban el umbral de ‘excepcionalidad’, o bajan los sobrecargos. Este año se aprobó un aumento de cuotas (aunque todavía no se ha hecho efectivo) y es muy probable que el directorio también apruebe bajar los sobrecargos y subir el umbral de ‘excepcionalidad’”, indicó Torres.
Fuentes del organismo evitaron precisar cuándo podría tener lugar esa discusión en el board. Conocedores de la negociación estiman que podría suceder en octubre.
La última vez que el Fondo Monetario se había entregado a una revisión de este tipo el resultado fue de rechazo a cualquier tipo de cambios. En marzo de 2023 el directorio aprobó un aumento a los límites de financiamiento de los países miembro.
“Los préstamos del FMI están sujetos a un límite anual y acumulativo (…) Los límites de acceso se fijaron por última vez en 2016, con un límite anual del 145% de la cuota y un límite acumulativo del 435% de la cuota”, rememoró el organismo. Con la actualización de este mecanismo, el límite anual fue aumentado al 200% de la cuota de cada país y el límite acumulativo al 600% de cuota por un período de 12 meses.
La discusión en el directorio no incluyó en esa agenda el debate sobre los sobrecargos de interés que tienen sus programas, un reclamo habitual de la Argentina ante ese foro. “La decisión del directorio de ayer de aumentar temporalmente los límites generales de acceso a la Cuenta de Recursos Generales (GRA) no tiene ningún impacto en la política de recargos del FMI (es decir, tanto los recargos basados en el nivel como en el tiempo permanecen sin cambios)”, aclararon en ese momento desde el Fondo.
(Fuente: Infobae)