Analistas consultados proyectan que en 2025 el Gobierno conseguirá un superávit primario del 0,7% del PBI que permitirá alcanzar un resultado primario de equilibrio. Los expertos esperan que la actividad reciba un rebote, al punto que el producto se expanda un 4%, y ven que el aumento de precios se desacelerará en torno al 30% o 40%.
Con eje en el déficit cero, el Gobierno anticipó que buscará rediseñar “la forma en la que se escribe el Presupuesto”. Por la noche, el presidente Javier Milei presentará la ley de leyes en medio de un operativo cerrojo para evitar la filtración del grueso de los datos.
Consultado por Perfil, el economista de ACM Francisco Ritorto expresó que, “como escenario base, el año que viene esperamos un resultado primario superavitario cercano al 0,7% del PBI, mientras que el resultado financiero sería cercano al 0% del PBI”.
En principio, se espera que la economía rebote un 4% para el año que viene, según comentó al mismo medio el economista Orlando Ferreres.
«El resultado financiero será cero, es decir, Argentina dejará de tomar deuda»
En esa línea, “la recuperación de la actividad ayudaría a que se siga recuperando la recaudación de impuestos que están ligados a ella, como IVA, lo que ayudaría a compensar la baja de ingresos por la eliminación del impuesto PAIS a partir del primero de enero”, comentó Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso (LyP).
De acuerdo con la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC), en su informe “Consideraciones sobre el informe de avance del proyecto de ley de presupuesto general de la administración nacional 2025”, la recaudación de impuestos nacionales y de aportes y contribuciones a la seguridad social registraría un aumento interanual del 54,4% en 2025.
Así, “se prevé que la recaudación correspondiente a la administración nacional aumente un 49,7% respecto a 2024 y que presente una caída de 0,7 puntos porcentuales en términos del PBI”, destacó el documento.
El estudio dedica también una sección a desarrollar la estrategia de financiamiento, que implica la extensión del perfil de vencimientos y la reducción de la carga financiera sobre las cuentas del Tesoro.
En ese sentido, el Presidente adelantó que como el Presupuesto 2025 está planteado en términos de déficit cero, “se puede hacer que el Presupuesto sea neutral en términos de ingresos”. “Va a haber una parte del gasto público que se va a acomodar, por ejemplo, que sigue a la inflación, y por diferencia sale el resto del gasto público consistente con esa regla”, continuó Milei.
Dos economistas que estuvieron en el detrás de escena del diseño de un presupuesto en gestiones anteriores explicaron a este medio el proceso del proyecto más importante del Ministerio de Economía. El ejercicio se hace en base a una lista de gastos en diálogo intra-Estado con las distintas carteras para determinar sus partidas.
Luego se arman las proyecciones de recaudación en base a estimaciones de las variables macro (PBI, inflación, exportaciones). Si lo recaudado es menos que los ingresos, hay déficit y “el Presupuesto debe incluir en cuánto se va endeudar para cubrir la diferencia”, aclararon.
En este aspecto, el Presidente adelantó que “habrá una parte del gasto público que ajustará por inflación y por diferencia saldrá el resto del gasto. Para un escenario base se definen las partidas que luego serán ajustadas por ponderadores, lo cual no violentará el déficit cero”. “Decidimos que nuestra metodología se va a llamar déficit cero, y eso implica que el resultado financiero es cero. Por lo tanto, Argentina deja de tomar nueva deuda. El superávit primario va a ser igual a los intereses”, agregó Milei.
Fuentes oficiales expresaron que en el Presupuesto 2025 “se van a sujetar la reasignación de partidas presupuestarias a la recaudación, y de esa manera poner tope a los gastos de cada Ministerio”.
Sin embargo, a pesar de que el Ejecutivo lo quería presentar como algo inédito, hay un antecedente del mismo. El gobierno de Fernando de la Rúa aprobó la Ley de Déficit Cero el 30 de julio de 2001 y establecía que el gasto no podía superar la recaudación. En caso contrario, todos los gastos debían reducirse de manera proporcional. Luego la ley fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema.
Consultores esperan que el IPC se ubique en torno al 2% mensual para 2025
Actividad e inflación. Por otro lado, los analistas consultados coinciden en que el año que viene la economía tendrá un rebote cercano al 4% del PBI. “Se evidencia una fuerte mejora en créditos al sector privado y es probable que, de cara a lo que queda del año, los ingresos comiencen a recuperar terreno perdido. En este sentido, con una mejora de consumo más algunos sectores como el energético empujando, esperamos una recuperación económica”, dijo Ritorto. Para este año se espera una caída de la economía en torno al 3,8%.
Otro de los ejes donde estarán depositadas todas las expectativas este domingo es la estimación que haga el Gobierno respecto a la inflación del año que viene. Sobre todo porque forma parte de su narrativa principal de gestión y de cara a las elecciones legislativas.
“Para 2025 estamos proyectando un IPC que cómodamente se acercaría al 2% mensual, y si no hay shocks externos ni políticos, podría también registrarse algún 1%. Con esto, la inflación del año rondaría el 30%”, sostuvo Eugenio Marí, de LyP.
“Mantenemos un escenario base entre el 30% y 40% de inflación. Todavía se evidencia un proceso de corrección de precios relativos liderado por los ajustes de tarifas y queda un camino por recorrer en transporte y otros tipos de servicios.”, agregó Ritorto.
Dólar. En cuanto al tipo de cambio oficial, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central espera se ubique en la zona de los $ 1.514,6, de acuerdo a la media del relevamiento de las consultoras.
(Fuente: Perfil)