Los mercados en alerta máxima ante la presión del Congreso y gobernadores

Las acciones y los bonos argentinos profundizaron su tendencia bajista. Se anticipa una mayor volatilidad del dólar en las próximas semanas. El Gobierno necesita una victoria electoral contundente para disipar los temores del mercado sobre un posible retorno del kirchnerismo.

La reacción de los mercados tras el anuncio de un veto presidencial a proyectos de ley con impacto fiscal fue negativa, con caídas en acciones argentinas en Wall Street y bonos, a pesar del reciente pago de USD 4.200 millones en capital e intereses. Esta situación contrasta con la euforia observada hace un año ante un veto similar.

El desplome de las acciones lleva la caída anual a más del 40% en dólares, en contravía de las subas en mercados emergentes. Los inversores perciben un aumento significativo del riesgo político, evidenciado por la incertidumbre electoral y la irrupción de proyectos legislativos que afectarían las cuentas públicas. Se estima que, de prosperar, estas iniciativas tendrían un impacto del 1,5% del PBI este año y del 2,5% el próximo, comprometiendo el superávit fiscal.

Ofensiva legislativa y respaldo de gobernadores generan inquietud
La actual ofensiva legislativa es más compleja que la del año pasado, involucrando cinco proyectos (tres ya convertidos en ley) y contando con el fuerte respaldo de la totalidad de los gobernadores. Consultoras como Empiria, dirigida por Hernán Lacunza, advierten que esto constituye un desafío a la estabilidad económica y al superávit fiscal proyectado para 2025 y 2026.

La posibilidad de que el Congreso logre dos tercios de los votos para anular el veto presidencial preocupa a los inversores, ya que un amplio espectro político parece no priorizar el impacto fiscal de las medidas. La ley que busca mejorar los beneficios por discapacidad, por ejemplo, representaría un aumento del gasto del 0,4% del PBI este año y del 0,7% en 2026, siendo una de las más difíciles de revertir para el Gobierno.

Presión cambiaria y cautela de los inversores ante el panorama electoral
La presión política se intensifica en un contexto de mayor delicadeza para el mercado cambiario. Desde principios de julio, se observa una fuerte tendencia dolarizadora, con el dólar oficial superando los $1.275 y el informal los $1.300. Se anticipa una reducción sustancial de las liquidaciones de cerealeras a partir del 21 de julio, lo que sumaría presión sobre el tipo de cambio hasta octubre, un período previo a las elecciones.

El Gobierno busca contener los embates políticos y enviar señales de tranquilidad a los mercados, pero la promesa de vetos no ha sido suficiente. El objetivo es mantener la inflación bajo control, entre el 1,5% y el 2%, para asegurar un buen resultado electoral. Sin embargo, los inversores mantienen una postura extremadamente cautelosa, conscientes de la volatilidad del mercado argentino en contextos electorales.

(Fuente: Infobae)