El intendente de Paraná, Adán Bahl, firmó el decreto de adjudicación de la obra que incorpora tecnología inteligente a las redes de distribución del agua potable en la ciudad para hacer más eficiente el servicio de provisión.
El plazo de ejecución de la obra es de 365 días corridos, contados a partir de la fecha de firma del acta de iniciación de los trabajos. La obra se adjudicó a la firma OIC S.A. – CEMYC SRL -UT.
Es la primera etapa del Plan Integral de Optimización del Funcionamiento de la Red de Agua Potable, y será financiada por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA).
«Incorporamos tecnología de avanzada a las redes para el control automático de la distribución del agua en la ciudad», destacó Bahl. “Eso nos va a permitir disminuir las roturas de caños y prestar un mejor servicio a los paranaenses”, agregó.
Luego, Bahl agradeció «el acompañamiento del Gobierno nacional a través del ENOHSA» para avanzar en obras que «exceden el presupuesto municipal» y que son fundamentales para «cumplir el compromiso de modernizar la ciudad, garantizando servicios básicos en todos los barrios y haciéndola más inclusiva».
El actual estado de producción y distribución de agua potable de Paraná consta de dos sistemas de captación: el Muelle de Toma l (de más de 100 años de antigüedad, en funcionamiento) y el Muelle de Toma ll (data de los años 80, en funcionamiento).
Las plantas de potabilización vigentes son la de Ramírez y Echeverría. La primera alimentada por Toma l y la segunda por Toma ll.
El proyecto contempla las pérdidas en las redes, las cuales pueden ser tanto en las redes maestras como en la distribución de menores diámetros, además de un derroche producto de un mal hábito cultural.
El primer problema a solucionar son las pérdidas que no se encuentran cuantificadas en la actualidad. El segundo es la falta de sectorización en las redes, tanto maestras como subsidiarias, que permitan realizar las reparaciones sin corte general del servicio de dotación de agua potable a la población.
El objetivo de la obra es cuantificar presiones y caudales por un sistema SCADA (Sistema de Control a Distancia) que transmitirá los datos al centro de monitoreo, ubicado en la actual sala de monitoreo de estaciones de bombeo, ubicada en el establecimiento potabilizador Ramírez. Además de la resolución de la sectorización de cañerías.
El universo que comprende esta primera etapa serán cañerías de 900 mm a 350 mm.
(Fuente: Municipalidad de Paraná)