Tal Consejo tendrá como fin promover el respeto de la diversidad sexual, concientizar sobre la no discriminación de ningún tipo y orientar las dudas de los y las estudiantes respecto a las diversidades sexuales, entre otros objetivos. En el proyecto, además, se establece que cada 17 de mayo se realicen jornadas escolares contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género.
La decisión de presentar el proyecto surgió tras un encuentro que la diputada Gracia Jaroslavsky (UCR) mantuvo con representantes de la Mesa de JxC Diversidad, espacio que se constituyó formalmente el mes pasado.
La iniciativa, que propone la Mesa de JxC Diversidad en conjunto con la legisladora, dispone instituir cada 17 de mayo la «Jornada contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género» en las instituciones educativas de nivel secundario, terciario y universitario, de gestión pública y privada.
Se harán en conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia con el fin de promover el respeto de la diversidad sexual; concientizar sobre la no discriminación de ningún tipo; atender y orientar las dudas de los y las estudiantes respecto a las diversidades sexuales; y trabajar y solucionar aquellos problemas que se den sobre esta temática en los establecimientos.
Jaroslavsky propuso que el Consejo General de Educación cree el “Consejo de la Diversidad”, que estará integrado por un representante del Ejecutivo; dos representante del CGE (uno de los cuales represente a la ESI); un representante de la Secretaría de la Juventud; dos de la Cámara de Senadores y dos de Diputados, estos últimos respetando las minorías y el género.
Quienes integren el Consejo de la Diversidad desempeñarán su función ad honorem y se renovarán cada dos años.
Cada 17 de mayo se celebra el “Día Internacional contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia”, que es una forma de concientizar y trabajar el respeto a las diversidades sexuales que conviven en la sociedad, como lo garantizan la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Fue un 17 de mayo, pero de 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Si bien el tiempo ha pasado, la discriminación a quienes integran este colectivo todavía sigue presente.
Un informe de la UNESCO del año 2020 afirma en nuestra región “la discriminación y el acoso contra estudiantes lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) sigue siendo generalizado”.
“Las encuestas nacionales de jóvenes LGBTI (personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales) que captan sus experiencias escolares en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay muestran que se enfrentan a un entorno escolar hostil y que quienes sufren una mayor victimización basada en la orientación sexual tienen por lo menos el doble de probabilidades de faltar a la escuela y niveles más altos de depresión que aquellos que sufrían una victimización menor”.
Según el Observatorio de La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans
(FALGBT), “en el año 2020 ocurrieron en Argentina 152 crímenes de odio en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos”.
Las causas de discriminación escolar hacia las diversidades sexuales atentan a las libertades personales y conllevan una de las razones de abandono escolar: según datos de la Red Iberoamérica de Educación LGBTI, en 2019 el 64% de las mujeres trans no terminaron la primaria y el 84% no pudo finalizar la secundaria, situación que profundizó la pandemia.
“Es necesario señalar que el colectivo trans es el más afectado por la discriminación: además de sufrir discriminación en sus hogares y entre sus allegados, también son hostigados en el sector educativo, que deja de ser un lugar de aprendizaje y contención, para convertirse en un lugar de agresión más”, sostuvo Jaroslavsky, quien consideró que “la educación es la herramienta más importante para transformar nuestra sociedad y para educar en la tolerancia, creando un espacio de acompañamiento a las diversidades sexuales”.
(Fuente: Prensa Jaroslavsky)