Luego de un año y medio, este sábado Itaipú abrió sus compuertas con el objetivo de controlar el nivel del embalse y mantener la seguridad de la Central Hidroeléctrica.
Según comunicaron desde la Central Hidroeléctrica, el vertedero permanecerá abierto mientras se mantenga el escenario actual de generación de energía y previsión de afluencia. La última apertura se había realizado el 23 de octubre de 2021, para controlar el nivel del río Paraná.
La apertura se realizó para aliviar el volumen de agua tras las fuertes lluvias en Brasil, lo que podría dar lugar un aumento del caudal del río sobre territorio argentino.
«Este aumento significativo de los niveles de almacenamiento se debe especialmente a las lluvias que se vienen registrando desde finales de noviembre en gran parte del Brasil», señaló el comunicado de la entidad binacional.
Esta situación «hace necesaria la operación teniendo en cuenta que hubo una recuperación en los niveles de los principales embalses del sistema interconectado brasileño (SIN-BR) tras la crisis hídrica del 2021 2022, llegando a 65,8%».
Las descargas fueron coordinadas por la Superintendencia de Operación de Itaipú y el Operador Nacional del Sistema Eléctrico Brasileño, y tendría como resultado, además del control del nivel del embalse, contribuir a mejorar las condiciones de navegación en el río Paraná, principalmente desde la confluencia con el río Paraguay.
“Esta fuga generalizada indica la presencia de excedentes de energía asociados a una creciente cantidad de generación con fuentes eólicas y solares”, explicó el Superintendente de Operaciones de Itaipú, José Benedito Mota Júnior.
En este contexto, centrales hidroeléctricas como Itaipú actuaron como una especie de “batería”. En el caso de la binacional, la planta puede ingresar rápidamente al sistema, por ejemplo, cuando las fuentes intermitentes no presentan condiciones climáticas para la generación.
(Fuentes: Varias)