Trabajadores de la cooperativa de recuperadores Nueva Vida participan de una capacitación a cargo del equipo de investigación de la UTN. Los bloques cementicios podrán utilizarse en cerramientos para viviendas y otras construcciones.
Una vez que finalicen las capacitaciones, se instalará un molino de plástico pet en la Planta de Clasificación de Residuos Municipal con el fin de obtener bloques cementicios al 60% pet, los que pueden usarse para la construcción de viviendas.
“Son pasos importantes que se están dando para la cooperativa de recuperadores, no sólo por el equipamiento que se instalará en la planta, sino por la transferencia de tecnología y conocimiento para las y los recuperadores”, destacó Shai Bejar, director del programa Girsu, de la Subsecretaría de Ambiente y Acción Climática del Municipio.
La propuesta es que en la planta se triture el material plástico para la obtención de escamas y su posterior utilización para la conformación de los bloques cementicios.
“Este proyecto avanza en un triple impacto: el económico, el ambiental y el social, ya que tiene por objeto dar solución a problemas sociales, productivos y ambientales concretos, de alcance municipal, provincial y regional, a través de proyectos de generación y transferencia del conocimiento científico-tecnológico, presentados por distintos actores del sector público y privado”, recordó Bejar.
Las capacitaciones se dictarán desde abril a mayo en el laboratorio de la UTN y se prevé que la última jornada de capacitación se realice en la Planta de Clasificación de Residuos para poner a punto la máquina y afianzar los conocimientos con las y los cooperativistas.
La iniciativa nació en el marco del proyecto de Investigación y Desarrollo que financió el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. El proyecto fue realizado por el Laboratorio de Ensayo de Materiales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el que fue seleccionado para el financiamiento nacional.
(Fuente: Municipalidad de Paraná)