El presidente Alberto Fernández usó por última vez la cadena nacional de radio y televisión para cerrar su paso como presidente de la Argentina. A dos días de que Javier Milei asuma su mandato, esta fue su última actividad como presidente, ya que no volverá a la Casa Rosada.
El mensaje comenzó pasadas las 18 y duró poco más de media hora. «Asumí el gobierno en diciembre del 2019 en una situación calamitosa, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones. Soy plenamente consciente de que el voto popular de ese momento expresaba la esperanza de terminar de una vez y para siempre con esa herencia y que no logramos plenamente el cometido», dijo el jefe de Estado.
«Argentina es un país mucho mejor que hace cuatro años: con más trabajo, más obras de infraestructura construidas, más viviendas, más industria, más universidades, más derechos para las mujeres y disidencias, más desarrollo de ciencia y tecnología», aseguró.
«El año entrante ingresarán, producto de nuestras exportaciones agrícolas y ganaderas, de nuestras exportaciones de gas y de litio, alrededor de 35.000 millones de dólares», dijo Alberto Fernández.
Además, dijo, gracias al gasoducto «dejaremos de gastar 5.000 millones de dólares para importar gas licuado». «De aquí hasta el 2030 las estimaciones marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80%», dijo.
Con ese escenario, enfatizó, «no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar».
«Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen», agregó el presidente saliente.
«Entrego el gobierno en paz, hemos custodiado las instituciones de la democracia con convicción y compromiso», dijo el jefe de Estado. «Confío en mi pueblo, en su madurez política y en su capacidad de defender y preservar los valores de la vida en común y cada uno de los derechos que ha sabido conquistar», aseguró.
Deuda y FMI: la «herencia» de Mauricio Macri
«En estos cuatro años hemos sufrido los efectos negativos de una deuda que irresponsablemente tomó el gobierno que me precedió. Esa es la principal causa de nuestra crisis social y económica», dijo en su discurso desde la Casa Rosada.
El acuerdo que firmó Argentina con el Fondo Monetario Internacional «hizo posible postergar pagos que jamás hubiéramos podido enfrentar con la economía recesiva que recibimos».
«Solo hay que recordar que esa deuda nos obligaba a pagar entre 2021 y 2022 la suma de 37.000 millones de dólares. De esa deuda, tomada irregularmente, denunciada ante los tribunales federales y que ahora el mismo FMI comienza a indagar, no ha quedado en Argentina un solo dólar. Esos dólares tomados por el macrismo no sirvieron para fundar escuelas, hospitales o rutas. Todo se ha fugado especulativamente, profundizando la constitución de activos externos», dijo Fernández.
«Argentina es un país mucho mejor que hace cuatro años», dijo Alberto Fernández
En un balance de su gestión al frente del Gobierno, Fernández sostuvo: «Sabemos que no alcanzamos los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron y también porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente».
En ese sentido, agregó: «Asumí el gobierno en diciembre del 2019 en una situación calamitosa, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones. Soy plenamente consciente de que el voto popular de ese momento expresaba la esperanza de terminar de una vez y para siempre con esa herencia y que no logramos plenamente el cometido».
Pese a lo que no pudo lograr, consideró que Argentina «es un país mucho mejor que hace cuatro años: con más trabajo, más obras de infraestructura construidas, más viviendas, más industria, más universidades, más derechos para las mujeres y disidencias, más desarrollo de ciencia y tecnología».
«Siento satisfacción con todo lo hecho y construido, pero también siento pesar por no haber podido concretar todo lo que nos propusimos alcanzar. Lo que faltó hacer, lo que nos impidieron hacer, lo que no debimos hacer o lo que debimos haber hecho de otro modo. Sé que en todo tengo responsabilidad», dijo, al tiempo que aclaró: «No estoy aquí para cargar culpas en otros».
«Me llevo la persistente alegría de aquella madrugada en que aterrizó el avión con las primeras vacunas, la incertidumbre de una nueva guerra, la emoción de cada familia que recibió una casa, el terror de la noche en que atentaron contra la vicepresidenta, el orgullo de haber puesto en marcha el gasoducto que cambia de una vez y para siempre nuestra matriz energética, la dignidad de haber llevado agua potable al impenetrable chaqueño, la decisión de seguir reclamando en donde me toque estar la inmediata liberación de los rehenes que Hamas tiene ocultos en algún lugar de Gaza», aseguró el presidente.
«Guardo conmigo el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza. No voy a elegir el lugar cómodo de esperar el juicio de la historia que suele ser benévola con los ex presidentes porque oculta los claroscuros del presente. Escucho y me hago cargo del juicio de mis contempóraneos. De su entusiasmo, sus enojos y sus críticas», dijo.
La gestión de la pandemia de Covid-19
«En la pandemia preservamos la salud sin abandonar a nadie a su suerte. Recompusimos un sistema de salud quebrado. En poco más de un trimestre, terminamos la construcción de hospitales que habían dejado de construirse, ampliamos los centros de atención médica y creamos 40 hospitales modulares en distintos lugares del país», contabilizó.
«Las más de 4.000 camas de terapia intensiva provistas de respiradores automáticos aseguraron que todos y todas tuvieran la asistencia médica que necesitaban», evaluó Alberto Fernández.
Argentina, dijo, estuvo «en el grupo de países que iniciamos la inmunidad de sus pueblos y llevamos adelante el plan de vacunación más grande que nuestra historia registra».
«Buscamos vacunas en todo el mundo. Fuimos parte de la producción de las mismas. Al día de hoy, hemos inoculado más de 130 millones de dosis de esas vacunas. También hemos desarrollado nuestra propia vacuna, en un hito para la ciencia argentina. Formamos parte de los países que consiguieron altos niveles de inmunidad», enumeró.
Los números de la gestión de Alberto Fernández
«Argentina vio crecer su economía un 16% entre 2021 y 2022», dijo Alberto Fernández.
El empleo registrado «comenzó un crecimiento que lleva 37 meses ininterrumpidos, el lapso más prolongado de creación de empleo observado en democracia».
En cuanto al empleo industrial, dijo, «es el más alto de los últimos seis años». «Con el empleo aumentó el consumo y así registramos treinta meses consecutivos de crecimiento. El consumo privado hoy es un 10% mayor que antes de la pandemia».
«El mercado de trabajo continuó mejorando sus indicadores. La conflictividad laboral observada en nuestro mandato, ha sido la más baja de los últimos doce años. La tasa de empleo se ubica en niveles récord de 44,6%; la tasa de desocupación presentó niveles mínimos en términos históricos: 6,2%. El total del empleo registrado llegó a niveles máximos desde 2012 con 13.320.000 ocupados», dijo.
Después de despedirse esta semana de los trabajadores y trabajadoras de casa de gobierno, el mandatario se fue a Brasil para su última actividad oficial fuera del país.
Desde su asunción, el presidente saliente hizo uso de la cadena nacional pocas veces. Una de ellas fue cuando se produjo el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, el 1 de septiembre del 2022. En otra de las ocasiones, hace poco más de un año, emitió un mensaje para pedir que se investigue a jueces y fiscales por “promiscuidad antirrepublicana”, cuando se conoció el escándalo por el viaje a Lago Escondido.
Con el uso de la cadena, el presidente marcó diferencias con Cristina Kirchner, que es recordada, entre otras cosas, por un uso periódico de esta herramienta.
La despedida de Casa Rosada
El miércoles, el presidente se despidió de los empleados de la sede gubernamental con un brindis donde habló y defendió su gobierno. «No les voy a contar a ustedes el esfuerzo que debimos hacer, fueron cuatro años muy difíciles. Tan difíciles que no pudimos compartirlos en los pasillos de esta Casa Rosada, porque la pandemia nos obligó a trabajar a distancia y tardamos mucho tiempo en recuperar la habitualidad», manifestó.
«En todo momento ustedes trabajaron y conseguimos poner a la Argentina de pie. Me voy con la tranquilidad de haber puesto todo lo que había que poner en este tiempo, para ayudar a este país. Estamos dejando un país que está funcionando», agregó.
Fernández cerró su mensaje al decir que se va «con la conciencia tranquila por la misma puerta por la que entré, con el mismo auto con el que entré y me voy a la misma casa de la que salí».
(Fuente: Perfil)