La Fraternidad denunció un plan de desguace ferroviario y advirtió: «Ramal que anda, ramal que cierra»

El sindicato ferroviario La Fraternidad que agrupa a los maquinistas difundió un duro comunicado titulado “Ramal que anda, ramal que cierra”, en el que acusó al Gobierno nacional de impulsar un nuevo proceso de desmantelamiento de los trenes de pasajeros.

Según el texto, la actual administración estaría siguiendo “un modelo de ajuste ya fracasado en los sesenta y en los noventa”, cuando se implementaron el Plan Larkin y la Reforma del Estado, respectivamente.

“Antes, los cierres se justificaban en los ramales que no andaban. Hoy la excusa es un supuesto déficit, pero en realidad se trata de la billetera del FMI que intenta imponer negocios metal-mecánicos y petroleros”, sostiene el comunicado gremial.

Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad desde 1994, es uno de los sindicalistas más influyentes del país y referente histórico del gremio de maquinistas. En medio de la crisis ferroviaria, se transformó en la principal voz de la protesta: fue él quien confirmó públicamente que no acatarán la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, el jueves de la semana pasada luego de dos días en los que las formaciones circularon a 30 kilómetros por hora, en una medida que adoptó el gremio para quejarse de los problemas de infraestructura del sector.

En diálogo con Infobae, Maturano fue categórico: “Nosotros no vamos a acatar ninguna conciliación obligatoria. ¿Qué voy a acatar? ¿Algo que me va a pasar un accidente? Yo rendí un examen, soy idóneo. Yo sé lo que tengo que hacer”. Y agregó: “El único interés de privatizar los trenes son los terrenos ferroviarios”.

El dirigente explicó que la reducción de velocidad aplicada durante varios días -cuando las formaciones circularon a 30 km/h en líneas como Roca, Mitre, San Martín, Sarmiento, Urquiza y Belgrano- no debe leerse como una medida de fuerza, sino como una acción preventiva para resguardar a pasajeros y trabajadores. “Si es para cuidar a las personas, no es una protesta; los trenes no están en condiciones”, aseguró.

Maturano también advirtió que el deterioro de la infraestructura ferroviaria y la falta de inversión agravan los riesgos. Según el gremio, “los trenes no tienen repuestos, el material rodante no se renueva y la seguridad está en juego”. Frente a este escenario, la conducción sindical refuerza la idea de que se trata de un nuevo capítulo en la larga historia de desguace del sistema ferroviario argentino.

La publicación del comunicado coincidió con una semana de tensión en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Por tres días consecutivos, viajar en tren se volvió una lotería: hubo cancelaciones, demoras superiores a los 40 minutos y largas filas en las estaciones.

El dirigente justificó la decisión de circular a 30 km/h en algunas líneas como una medida preventiva: “Si es para cuidar a las personas, no es una protesta. Los trenes no están en condiciones”.

Los trenes circulan a 30km/h por segundo día: cómo sigue el conflicto

Las causas del conflicto

La Fraternidad reclama inversión en infraestructura, repuestos y mantenimiento para garantizar la seguridad de pasajeros y trabajadores. Señalan que el mal estado de vías y formaciones, sumado a bajos ingresos en ciertas líneas y a diagramaciones “desastrosas”, comprometen la operatoria diaria.

Para el gremio, el trasfondo de las decisiones oficiales es una política de ajuste que responde a los lineamientos del Fondo Monetario Internacional, con un efecto inmediato sobre el transporte público y el acceso de millones de usuarios.

(Fuente: Perfil)