En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el museo provincial Antonio Serrano invita a participar de la actividad Adá oyé ndén (Mujer guarda memoria). Se trata de una visita dialogada por las salas de antropología a cargo de Evangelina Jaime, guarda memoria descendiente chaná.
La actividad, apta para todo público, se desarrollará este miércoles 9 de agosto a las 15.30., con entrada libre y gratuita. Desde un mirada de género y un trabajo en co-colaboración con mujeres referentes de pueblos originarios, se realizará una visita dialogada por las nuevas salas de Antropología, donde Evangelina Jaime, descendiente del pueblo chaná, compartirá sus saberes haciendo especial hincapié en el rol que tenían las mujeres dentro este pueblo originario de nuestra provincia.
La propuesta forma parte del proyecto de investigación “Con voz. Perspectiva de género en las narrativas museográficas del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Profesor Antonio Serrano”, que lleva adelante la licenciada María Emilia Ghiglione, trabajadora de dicha institución, y cuenta con el apoyo del programa Activar Patrimonio, del Ministerio de Cultura de la Nación.
Se trata de una activación patrimonial pensada desde los nuevos paradigmas de gestión museológica, donde el Museo dialoga con distintos saberes que se ponen en juego en relación a sus exhibiciones, para que el conocimiento experto no sea la única voz autorizada en la interpretación de las colecciones.
Adá oyé ndén
Evangelina, Uvaé ug Áratá que significa “Luz de Luna” en chaná, es hija de Blas Omar Jaime, considerado por UNESCO como el último hablante de la lengua Chaná en el mundo, de quien recibe el legado de ser la guarda memoria de su pueblo: Adá oyé ndén (Mujer guarda memoria), continuando con la labor de conservar y transmitir los conocimientos de la cultura y la enseñanza de la lengua originaria.
Padre e hija, honran la memoria de Ederlinda Miguelina Yelón, quien fue la que decidió romper un largo silencio, además de un acuerdo de transmisión oral que era solo entre mujeres, para enseñar sus conocimientos a su hijo varón, Blas, (ya que sus hijas mujeres habían fallecido) y reconocer a Evangelina desde muy pequeña como la siguiente guarda memoria de este gran tesoro que se guardaba en su familia.
(Fuente: Secrearía de Comunicación de Entre Ríos)